El pueblo de Chukchi, al noreste de Asia, desarrolló la raza que hoy se conoce como Husky Siberiano. Se desconocen sus antepasados, pero es de origen spitz, habiendo evolucionado durante cientos de años como perro de trineo para estos pueblos nómadas. Durante la fiebre del oro de Alaska, los perros se convirtieron en una parte vital de la vida en las regiones árticas y las carreras de perros se convirtieron en la fuente favorita de entretenimiento.
La carrera de All-Alaska, que cubre 408 millas entre Nome y Candle, fue especialmente popular, y en 1909 se introdujo el primer equipo de estos Chukchi Huskies traídos de Siberia. Siendo más pequeños y dóciles que la mayoría de los demás competidores, despertaron poca admiración, con la excepción de un corredor, que se quedó tan impresionado que importó 70 de estos perros para entrenarlos para la carrera de 1910. Sus tres equipos terminaron en primer, segundo y cuarto lugar, y así se establecieron las bases para el dominio del husky siberiano en estas carreras.
Durante el resto del año, los perros se ganaban la manutención como tiradores de trineos, pero fue en 1925 cuando obtuvieron su mayor reconocimiento. Un equipo de estos perros realizó un recorrido de 340 millas acarreando un suero contra la difteria que afectaba a la ciudad de Nome y por ese motivo se les atribuye el haber salvado dicha ciudad. Existe una estatua en su honor en el Parque Central.
Los primeros perros huskies siberianos llegaron a Canadá en esa época, y luego a los Estados Unidos. El AKC reconoció la raza en 1930. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos siberianos sirvieron en los equipo de búsqueda y rescate del Ejército de EE.UU. , lo que generó la admiración del público. La popularidad de la raza siguió creciendo hasta que se le apreció, tanto como mascota defamilia, como perro tirador de trineos en el espectáculo de las carreras. Sigue siendo una de las razas más populares del Ártico.
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